¿Qué es el ultraísmo en poesía?

En el turbulento panorama literario de principios del siglo XX, surgió un movimiento poético que pretendía romper con todas las convenciones establecidas: el ultraísmo. Esta vanguardia, aunque efímera, dejó una profunda huella en la evolución de la poesía moderna. Pero, ¿qué define exactamente al ultraísmo? ¿Cómo se diferencia de otras corrientes vanguardistas y qué aportó al universo literario? Este artículo desentraña sus características fundamentales, sus principales exponentes y su legado en la poesía contemporánea.

El ultraísmo emergió en 1918 como reacción contra el modernismo hispanoamericano, particularmente contra la estética de Rubén Darío. Nació en las tertulias del Café Colonial de Madrid, donde jóvenes poetas como Guillermo de Torre y Rafael Cansinos-Assens proclamaron la necesidad de una poesía pura, libre de ornamentos retóricos. Su manifiesto, publicado en la revista “Grecia”, se propagó rápidamente a América Latina, encontrando eco en Argentina con Jorge Luis Borges como principal difusor.

Los poetas ultraístas establecieron principios revolucionarios:

• Economía lírica: Supresión de elementos narrativos y adjetivos superfluos.
• Imágenes audaces: Metáforas innovadoras que vinculan realidades distantes.
• Libertad tipográfica: Experimentación con disposición espacial del texto.
• Sinestesia: Fusión de percepciones sensoriales (“oir colores”, “ver sonidos”).
• Rechazo al sentimentalismo: Eliminación de confesiones autobiográficas.

El ultraísmo dialogó con movimientos coetáneos:

• Creacionismo: Compartía el rechazo al mimetismo, pero Huidobro buscaba crear realidades paralelas.
• Futurismo: Ambos admiraban la máquina, pero el ultraísmo evitaba su ideología política.
• Surrealismo: Aunque ambos usaban imágenes oníricas, los ultraístas rechazaban el automatismo psíquico.
• Dadaísmo: Compartían el afán destructivo, pero el ultraísmo construía nuevas formas.

Destacaron:

• Guillermo de Torre: Teórico del movimiento y autor de “Hélices” (1923).
• Jorge Luis Borges: Su “Fervor de Buenos Aires” (1923) muestra huellas ultraístas.
• Lucía Sánchez Saornil: Única mujer del grupo, fusionó ultraísmo con poesía social.
• Pedro Garfias: Representante español de la corriente.
• Eugenio Montes: Incorporó elementos cubistas a la estética ultraísta.

Publicaciones clave incluyeron:

• “Grecia” (Sevilla-Madrid): Órgano principal del movimiento (1918-1920).
• “Ultra” (Madrid): Dio nombre al movimiento (1921-1922).
• “Prisma” (Buenos Aires): Dirigida por Borges, llevó el ultraísmo a América.
• “Tableros” (Madrid): Incluyó colaboraciones gráficas de artistas vanguardistas.

El ultraísmo decayó hacia 1923 por varios factores:

• Disputas internas entre sus miembros.
• El regreso de Borges a formas más clásicas.
• El surgimiento del surrealismo como vanguardia dominante.
• La dificultad de mantener su radicalismo inicial.
• Falta de un corpus teórico sólido que lo sustentara.

Su legado perdura en:

• La liberación del verso respecto a métricas tradicionales.
• La valoración del poema como objeto visual.
• El uso de metáforas como eje estructural del poema.
• La influencia en generaciones posteriores como los “poetas concretos”.
• La integración de iconos tecnológicos en el lenguaje poético.

Señales distintivas:

• Ausencia de rima y estrofas regulares.
• Imágenes sucesivas sin conectores lógicos.
• Referencias a modernidad (tranvías, aviones, faroles).
• Uso de neologismos y tecnicismos.
• Títulos enigmáticos o geométricos (“Poema del ángulo recto”).

Compilaciones esenciales:

• “Índice de la nueva poesía americana” (1926): Editada por Borges y otros.
• “Antología del ultraísmo español” (1963): De Gloria Videla.
• “Las vanguardias literarias en España” (1979): Incluye manifiestos ultraístas.
• “Poesía ultraísta completa” (2013): Edición crítica de Juan Manuel Bonet.

Aunque Borges renegó luego del ultraísmo, este marcó su evolución:

• Le enseñó a sintetizar imágenes complejas.
• Influenció su obsesión por los espejos y laberintos.
• Desarrolló su estilo preciso y anti-retórico.
• Le proporcionó contactos clave en el mundo literario.
• Preparó el terreno para sus posteriores experimentos narrativos.

Su espíritu pervive en:

• Poesía digital que juega con disposición tipográfica.
• Movimientos como el “post-ismo” que retoman su afán innovador.
• Artistas visuales que fusionan texto e imagen.
• Micro-poemas en redes sociales con economía verbal ultraísta.
• Performances poéticas que buscan impactar sensorialmente.

1. ¿Ultraísmo y surrealismo son lo mismo?
No, el surrealismo explora el subconsciente, mientras el ultraísmo prioriza la imagen innovadora.

2. ¿Hubo mujeres ultraístas?
Sí, Lucía Sánchez Saornil y Concha Méndez participaron activamente.

3. ¿El ultraísmo tuvo manifestaciones plásticas?
Sí, colaboró con artistas como Norah Borges (hermana de Jorge Luis).

4. ¿Qué música acompañaba al ultraísmo?
Los ultraístas admiraban a Stravinsky y el jazz como expresiones modernas.

5. ¿Cómo afectó la Guerra Civil al ultraísmo?
Disperó a sus miembros, muchos exiliados abandonaron la estética vanguardista.

6. ¿Era el ultraísmo político?
En general apolítico, aunque algunos miembros luego derivaron al anarquismo.

7. ¿Qué filosofías influyeron en el ultraísmo?
Bergson (tiempo creativo) y Nietzsche (destrucción creativa).

8. ¿Usaban los ultraístas palabras inventadas?
Sí, aunque menos que los creacionistas, preferían combinaciones inusuales.

9. ¿Qué revistas actuales estudian el ultraísmo?
“Revista de Literaturas Modernas” y “Ínsula” publican análisis recientes.

10. ¿Cómo veían los ultraístas a Góngora?
Lo reivindicaban como precursor por su uso de metáforas complejas.

11. ¿Hay ediciones facsímiles de revistas ultraístas?
Sí, la Biblioteca Nacional de España digitalizó “Grecia” y “Ultra”.

12. ¿Qué pintores influyeron en el ultraísmo?
Picasso (cubismo) y Kandinsky (abstracción) fueron referentes.

13. ¿Escribieron los ultraístas novelas?
No, fue movimiento exclusivamente poético, salvo algunos ensayos.

14. ¿Cómo reaccionó la crítica de la época?
Dividida: algunos alabaron su innovación, otros lo tacharon de moda pasajera.

15. ¿Qué universidades estudian el ultraísmo hoy?
Harvard tiene archivos importantes; en España, la Complutense lidera investigaciones.

16. ¿Hubo ultraísmo en México?
Minimal, aunque luego influyó en los “Contemporáneos”.

17. ¿Qué papel jugaron las metáforas?
Eran el centro del poema, a menudo varias por verso.

18. ¿Cómo era la relación con los lectores?
Elitista, escribían para “iniciados” capaces de descifrar sus imágenes.

19. ¿Qué revistas rechazaron el ultraísmo?
“La Gaceta Literaria” lo atacó por extranjerizante y artificial.

20. ¿Hay calles o monumentos ultraístas?
No, aunque hay placas en el Café Colonial donde nació.

21. ¿Qué premios literarios ganaron?
Ninguno importante, eran anti-establishment.

22. ¿Cómo trataban el tema amoroso?
Sin romanticismo, el amor aparecía como fuerza cósmica o mecánica.

23. ¿Influyó en la Generación del 27?
Sí, en autores como Gerardo Diego, aunque luego evolucionaron.

24. ¿Qué lenguas usaban además del español?
Algunos poemas incluían francés o términos técnicos en inglés.

25. ¿Hay películas sobre el ultraísmo?
Documentales como “Las vanguardias españolas” lo abordan parcialmente.

26. ¿Qué editoriales publican hoy ultraísmo?
Visor y Cátedra tienen ediciones críticas con estudios.

27. ¿Cómo veían la naturaleza?
La transformaban en imágenes mecánicas (“El bosque de hélices”).

28. ¿Hay tesis doctorales recientes?
Sí, especialmente comparando ultraísmo con vanguardias latinoamericanas.

29. ¿Qué archivos conservan manuscritos?
La Fundación Borges en Buenos Aires y la Residencia de Estudiantes en Madrid.

30. ¿Se puede aprender a escribir poesía ultraísta hoy?
Sí, aunque sería pastiche, sus técnicas siguen enseñándose en talleres.

El ultraísmo, aunque breve como movimiento organizado, catalizó una transformación irreversible en la poesía en español. Su insistencia en la imagen pura y su rechazo a lo convencional allanaron el camino para las experimentaciones posteriores. Más que un estilo, fue una actitud ante el arte que sigue inspirando a quienes creen que la poesía debe estar siempre en los límites de lo decible. Como escribió Guillermo de Torre: “Ultra es el horizonte que retrocede mientras avanzamos” – definición perfecta para una vanguardia que hizo de la búsqueda perpetua su mayor logro.